Ese Click (II)

Continuación de este.

6 de Marzo 2002. Llegó al fin ese día, después de un mes y pico de conversa durante horas y horas por telefono, chat o netmeeting, cualquier medio era perfecto para estar en comunicación, porque saber del otro a toda hora era una necesidad imperiosa. Más que estar en contacto se hacían compañía y con esto iban apretando el nudo que los acercaba. En sus largas pláticas dejaban al descubierto sus sentimientos, no había nada que esconder. Así fueron confiando uno en el otro, libros abiertos, entregados.

Ella fue a buscarlo al aeropuerto, aunque lo había visto en fotos y con la camarita web, siempre fue emocionante verlo en persona, casi que no podía mantenerse serena, allí estaba, parado en la salida, celular en mano esperandola sonreído. No habían rodado 50 metros cuando en un arrebato inesperado se encontró siendo devorada en un beso, al cual correspondío, ¿acaso no lo deseaba también?

Una semana estuvo de visita en Maracaibo, semana en la que apenas se separaron. Hicieron el amor mil veces, insaciables, tiernos, enamorados. Su pasión los desbordaba, tanto que él le regaló un pasaje de ida con la propuesta de "vente conmigo".

Obviamente ella no estaba en posición de hacer ninguna locura, por mucho deseo, amor, necesidad, primero estaban sus hijas y su matrimonio, además él también tenía que resolver lo suyo. El último día cuando iban de regreso al aeropuerto entre lágrimas la despedida, él no quiso marcharse, por mucho que ella quisiera convencerlo no fue posible, terminó quedándose dos días más.

A partir de ahí no hubo fuerza que pudiera separarlos, ni cuando se fueron juntos a Miami y ella en un arrebato de culpa y vergüenza inspiradas por su madre, quiso cortar con todo. Quería cortar pero no separarse, que imposible e insufrible para ambos. Esa vez se despieron en una playa, él dió una rosa y ella le pidió que hicieran el amor. Más tarde se dijeron adiós en el aeropuerto para tomar cada uno su avión.

Todos los intentos vanos solo los acercaban. No hubo chantaje o consejo o llamado a la cordura más fuerte que sus ansias.

Hoy, a 3 años de ese día, están juntos y continúan felices, plenos, llenos de ilusión.

¡Feliz aniversario Pichurro!