en ciclo normal

Uhhmmm! Olor de jabón en polvo y suavizante, ropa limpia. Atchiss!! No puedo darme un pase tan profundo o me mata la alergia, nariz mocosa y ojos picosos.
Heme aquí lidiando con ese asuntillo medio ladilla que es el lavado (sí, sigo sin servicio), con un montón de ropa seleccionada básicamente por color con subdivisiones: ropa de niñas y ropa de grandes, lista para entrar al proceso eterno de lavar y secar. Con ayuda de mis bolsitas especiales ya casi nada se lava a mano (y ahora menos), todo entra en la lavadora. Hice una pausa bastante larga para mi gusto en cuanto a dejar ropa sucia acumulada, todo en espera de que fuera lunes y evitar una red-chair si acaso la lavadora se tiraba los peos otra vez (ésta, que hace tres semanas se negaba a exprimir). Esa manía de no acumular ropa es heredada, Mother no puede ver un montoncito sucio porque ahí mismo está prendiendo lavadora.
Recuerdo de mi infancia en Maracay aquellos paseos divertidísimos en vacaciones a pie desde San Isidro a Calicanto a la lavandería automática (qué riñones Mother, 3 muchachos y un coche cargado de ropa ida y vuelta). Y eran divertidos porque por el camino íbamos recogiendo cualquier vainita, haciendo carreras, jugando y al llegar a la lavandería ayudábamos de muy buena gana abriendo la bolsita de jabón, metiendo las monedas en la máquina, pasando ropa de un lugar a otro y sacando las prendas calientes para doblar, ese trabajo le tocaba a Mother. De esa época me quedó una atracción rara por las lavanderías, soñaba con tener una, full de lavadoras y secadoras alineadas y blanquiiiitas con su ruido de chaca-chaca y soplado ronco y su aroma a limpio y vapor.
En esa lavandería de mi niñez, trabajaba un muchacho que era boxeador y un par de veces lo vimos peleando en TV cuando transmitían las peleas, todo un acontecimiento porque el muchacho era nuestro pana, lo que no recuerdo era si ganaba o perdía..jejeje.
Bueh, tengo mucho rato escribiendo de este tema tan doméstico y ya hay cola de ropa mojada por entrar a la secadora.
Abur.-