Esta mañana veo llover

lluvia matinal

Para liberarnos de esta canícula que agobia la ciudad desde hace días, llegó el agua como llega por estos lares, amagando, torrencial y tormentosa. Desde las 7 de la mañana no ha cesado de llover, escampa 5 minutos, truena durísimo y vuelve a empezar.

Disfruto oir la tormenta, que aquí a veces sorprende porque se oye lejana y de pronto dos truenos y la tienes encima, estacionada y ensordecedora.

No me gusta mojarme, creo que a la mayoría tampoco le gusta, pero sí me encanta sentir el chispear en la cara, saborear las gotitas, ver gomo se deslizan en carrera eterna por las ventanas. Cuando éramos chamos, mi hermano y yo jugabamos carreras con las gotas de lluvia que caían incesantes por el vidrio trasero del carro, cada uno iba escogiendo la suya, la que suponía más rápida y la seguía con la punta del dedo hasta desaparecer, así ibamos sumando quien ganaba más, podíamos pasar un rato larguíiiiiiisimo en eso.

Cuando llueve extraño los cerros de Maracay medio ocultos tras las nubes y luego tan enseñoreados cuando aparecían los primeros rayos de sol. Extraño las conversas con mi papá viendo caer los chorritos frente a nosotros por cada canal que hacían las tejas en el techo del porche y descubrir que después de cada trueno volvía a llover más duro. A falta de mis cerros seguiré viendo el lago desde la ventana y ¡que siga lloviendo!

Abur.-