Pues sí, ayer no pudo el Real Madrid. Aunque ganó el partido de forma contundente, era casi imposible que haber perdido en la ida 6-1 contra el Zaragoza no le pasara factura en el juego de vuelta y por ende quitarle sitio en la final de la Copa del Rey.
Estuve con el Pichurro viendo el partido, pero como sufrió al ver que su adorado equipo no lograba concretar el gol del empate para ir por lo menos al extratiempo. Se emocionó cuando a los 10 minutos ya llevaban 3 goles, los celebró todos con alegría, se le oía la emoción de soñar con un comeback de esos que sí puede el Madrid, pero que ayer no se dió. Ahí es cuando me doy cuenta de lo que significa ser un fan, de cómo se goza y cómo se sufre también. Yo veo los partidos, porque me gusta el futbol y además el RM me parece tremendo equipo, he aprendido a quererlo...jejeje. Algo se me tenía que pegar, además, ver los partidos con el pichurro es como tener el comentarista al lado, se sabe todo, se adelanta a todos los comentarios y para qué negarlo, le encanta que yo me entusiasme también.
El año pasado nos fuimos de luna de miel a España, hicimos todo tipo de planes para poder ver al RM en el Bernabeu jugando contra el Villarreal, pero cuando partimos hacia la Madre Patria no habíamos logrado conseguir las entradas para el partido, cosa que entristeció mucho a mi recién estrenado esposito. Yo tenía esperanzas de conseguir los tickets allá y siempre se lo dije. La primera tarde al llegar a Madrid ¿qué hicimos? ¡Paseo al Bernabeu, por supuesto!. Después de averiguar quedamos con un socio en vernos el día del partido al mediodía a las puertas del estadio porque nos iva a revender un par de entradas pues las regulares estaban agotadas. Dicho y hecho, viajamos a primera hora del sábado de Sevilla a Madrid en el AVE para llegar a la hora acordada al estadio. Un gentío afuera, colas por todas partes, me quedo haciendo una fila y el pichurro se me desaparece por unos 20 minutos. Vuelve azorado al rato y me dice que no encontró al tipo del otro día y que van a vender entradas para el público, que nos cambiemos de cola. A correr a otra puerta se ha dicho. La cola se movía y veíamos gente salir felicísima de la taquilla con sus tickets en la mano. Solo esperabamos que no nos cerraran la ventanilla en la nariz con el cartelito de "agotado". Finalmente llegamos a la ventanilla y nos ofrecen una amplia gama de entradas desde 100 hasta 20 Euros. Hoy lamento mi pichirrería, aunque compramos unas buenas pero arribita no ahí en el campo y además yo quería invitar a mi primo y su esposa que amablemente nos acogieron unos días en su casa y nos pasearon por todo Madrid, total gastamos en 4 boletos lo mismo que si hubiéramos comprados 2 de las más caras, pero nobleza obliga. He de decir que aunque el estadio es enorme el campo se ve perfecto desde cualquier ubicación, solo nos perdimos de ver a los jugadores cerquita.
Fotos: 1- En pleno juego Madrid Villarreal; 2- Los suplentes en el banquillo, 3- Los galácticos.
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3 comentarios:
El amor tiene cosas que la razón no entiende.
Bueno, no tengo moral para criticarte. Mi ave migratoria le da por el Eurovisión, una especie de OTI pero Europeo..., ya me estoy preparando para mi cita anual.
Tiene TODOS los videos desde el 1960, cualquier cantidad de discos y libros. Y allí estoy yo, respirando resignación. En fin, nadie es perfecto.
Todo lo mejor para Usted.
Wow, que fascinante. A mi tambien me gusta mucho el futbol, pero soy mas del Deportivo de La Coruña pero casi nunca gana...jejejeje, es como los tiburones de la guaira...
Un gato y uno mas :)
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