Retomando

Cansadísima, así empiezo mi resumida (por cuestiones de tiempo) crónica. Después de tres semanas de viaje llego con un cansancio acumulado que apenas hoy miércoles me puedo medio sacudir del cuerpo.

No me puedo quejar de la vacación, un despegue completo de la rutina y el quehacer, cambio de hábitos, relax mental, comer rico (mi anhelado sánduche de pastrami), todo lo planeado y lo improvisado saliendo perfecto, disfrutar a solas con mi pichurro.

Estar con los míos, ver a mis muchachitas encantadas con los mimos de sus abuelos y verlos a ellos chochos con sus nietas me alegra el alma pero con ese dejo de tristeza que me causa la lejanía y el saber que en pocos días se acaba la fantasía.

Tuvimos en Florida clima para todos los gustos desde unos cálidos 27ºC hasta unos gélidos 4ºC en Orlando. Decidí que hasta que se me olvide la experiencia de este año no volveré a recibir un año nuevo en un parque, no sé los demás que habrán decidido, pero yo no me calo ese macán otra vez, el gentío, las colas, los empujones y los 60 minutos para evacuar el parque a las 00:07 am del 1ro de enero, en el medio de niños llorando, olor a cuerpo sudado y un largo etcétera.

En resumidas cuentas el viaje estuvo rico desde todo punto de vista, ni siquiera empañado por el hecho de que al llegar no venían todas las maletas y hubo que volver al día siguiente a la misma hora al aeropuerto (10:30 pm) a recoger el equipaje faltante y pelear con las ineficientes y malencaradas representantes de Aeropostal que no resuelven un carajo porque son displicentes y porque no les da la gana (sí, valga la queja). Por cierto, como agradecí vivir en Maracaibo y no tener que viajar a Maiquetía como están las cosas en el país.

En fin...bienvenido sea este 2006 y que nos traiga todo lo anhelado y sobre todo salud.

Abur.-