mi chiquita
De blanco primoroso y carita de angel. Así salimos rumbo a la iglesia, 2 y media de la tarde maracayera, en una sola carrera, pues se me hizo tarde por estar de visita en casa de tíos y primos que hacía tiempo no veía. Por suerte Isabel amaneció sin fiebre ni malestar.
Desde Maracaibo preparé todo (avisarle a los 4 gatos que iba a invitar y a los padrinos) en solo cuatro días, de la parroquia me avisaron que sí habría bautizos ese sábado pre-carnaval, -"perfecto, aprovechamos la ida a Caracas para la cirugía y nos vamos un pelín antes para bautizar a la muchacha"-. Le aviso al padre de la criatura el miércoles que el sabado próximo sería el bautizo en Maracay y se queja según él que siempre hago todo a los trancazos "ok, ya sabes dónde y cuándo será, eres bienvenido si te animas a ir".
Ya antes de ir a la iglesia supe que la madrina, mi cuñada, no podría asistir pues mi sobrina (también de 3 años) tenía diarrea y se negaba rotundamente a ponerse un pañal. Hay que buscar otra madrina: "¿tía, en vez de irte a las 3 para el bautizo puedes venir con nosotros a la charla de las 2 y media y eres la madrina?", medida de urgencia que resulto perfecta, la tía accedió encantada.
Llegando a la iglesia tuve que ir corriendo a la panadería de la esquina a comprar una vela blanca que se me había olvidado llevar, para encontrarme al volver con Vicky en la máxima expresión del malempate pues no se quería poner la medallita que le había llevado cariñosamente de regalo mi hermano (el padrino). Por más que intenté no pude convencerla de usarla.
Arranca la charla, yo no oía nada pues la acústica del recinto casi vacío iba en contra de cualquier intento comunicacional, a duras penas captamos algo con todo y que el tipo se esforzó al 200% en hacernos llegar el mensaje.
Puntual a las 3 llega el cura y empieza la ceremonía, iban a ser bautizados 9 niños contando la mía, cada uno con la mínima compañía: padres , hermanitos y padrinos. "perfecto, no se tardará tanto y no pasaremos tanto calor" .
Al comenzar el padre balbucea algo incomprensible para mí, seguía el problema acústico, tomo algunas fotos y el pichurro me llama la atencion porque estoy interrumpiendo al cura.
No me enteraba de nada, de repente veo al cura aproximarse al primero de los niños, cada grupo familiar ocupaba dos bancos, se acerca al bebé y le hace una crucecita en la frente. Así va con cada uno, hasta que nos toca el turno y Vicky que al darse cuanta se quiere escurrir, la cargo y dejamos que el cura se acerque, ahí empezó lo que parecía más un exorcismo que un bautizo. La muchachita no se dejaba, lloraba, se revolvía y el cura empeñado en agarrarle la cara y hacerle la cruz en la frente, después del tejemaneje logra su empresa el cura y sigue con el resto de los niños.
Para este momento ya Vicky está ladilladísima y nosotros acalorados, pensando que venía el agua bendita en la cabecita, ¡pues no! Ahora hay que abrirle el vestidito porque vuelve el padre con óleo a hacerle una cruz en el pecho y desde el púlpito y a viva voz le avisa al pichurro que la tiene cargada tratando de tranquilizarla: "¡vayanmela preparando!" , nos vemos con cara de ¿coño, y ahora?. Pues eso, otro round más de la niñita y el cura, por supus el cura sale victorioso.
¡Al fin, el aguita en la cabeza!, decimos con alivio. Nos toca el turno, tratamos de ponerla en posicion sobre la pila y ella que pareceía una lombriz retorciendose, el cura dice que boca abajo esta bien y le ha mandado a la muchacha casi una jarra entera de agua mientras decía sus oraciones. "¿Viste que no fue nada mi amor?, te mojaron un poquito"...y la niñita escurriendo.
Cuando pensamos que ya estaba terminado todo, vemos de nuevo acercarse al padre a cada niño y hacerle ahora una cruz con óleo en la cabecita, esta vez ya la pobre Vicky no opuso resistencia, el padre le colocó el óleo y se quedó como terminando de exorcisarla.
Como es de esperarse quedamos molidos y sudados, a ella se le quitó el malempate al ratico y estaba contentísima como si nada. El resto, una meriendita y a conversar , eso sí, todos concluímos en que el padre se excedió en su afán de cristianizar a la pequeña, pues casi usó la fuerza.
Confieso que la habría dejado sin bautizar si no fuera porque a lo mejor necesito inscribirla en un colegio de monjas. ¡qué cagation!
Ah! se me quedaron sin repartir las tarjeticas pues la madrina resultó otra....y tan bonitas que me quedaron.
Abur.-
1 comentario:
Que fastidio son esos bautizos! Los curas creen que los muchachos son como perros amaestrados: quitate, ponte, agachate, parate...si se ladillan los adultos imaginate las pobres almitas que lo unico que quieren es corretear y jugar, pero bueno, ya saliste de eso.
Tienes razon en lo de la carita de angel: una belleza de nena!
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